Este sábado, a las 17:00, se celebrará una jornada de puertas con motivo de la apertura de puertas de Ca n’Andreu des Trull, un ‘casament’ originario del siglo XVIII que acaba de pasar a ser de plena titularidad municipal. Se trata de una ‘casa pagesa’, también conocida como Ca n’Andreu des Puig (también conocida en tiempos recientes como Trull de Ca n’Andreu), magníficamente conservada en cuyo interior se guardan centenares de objetos propios de la vida agrícola ibicenca hasta mediados del pasado siglo. A partir del martes 8 de noviembre, la casa y sus diferentes espacios anexos serán visitables de martes a sábado, de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00 horas.
El sábado habrá una jornada de puertas abiertas en el horario que ya será el habitual de apertura y, a las 17:00, se hará un pequeño acto de presentación de la instalación con intervención de la alcaldesa, Carmen Ferrer; y con una ‘ballada’ a cargo de la Colla de Ball Pagès de Sant Carles de Peralta.
Los interesados en descubrir esta joya de la arquitectura y los usos tradicionales ibicencos podrán disfrutar de una vivienda y varios centenares de objetos, muchos de ellos restaurados para la ocasión y que conforman la exposición permanente de Ca n’Andreu des Trull, si bien en el futuro se podrán realizar muestras temporales con elementos específicos.
Ca n’Andreu des Trull es una ‘casa pagesa’ o ‘casament’ documentado ya en 1730 y que en la décado de 1990 fue convertido en una casa museo de la vida rural tradicional por sus propietarios. La casa mantiene la distribución tradicional con un ‘porxo’, una cocina, ‘cases de jeure’, ‘porxet’, corrales y las cases ‘del vi’, ‘del carro’ o de la matança. Además, cuenta con un ‘trull’ para la elaboración de aceite y una era en el exterior, así como un aljibe, un pajar y un horno de cal.
Además de por el importante valor arquitectónico, Ca n’Andreu des Trull destaca por su completísima colección de herramientas, objetos cotidianos, vajilla, utensilios de cocina y objetos de todo tipo que se usaban en diferentes épocas en los entornos rurales de Eivissa.
En diciembre de 2013 se aprobaba en pleno la compra de esta instalación que estaba en manos de una familia de Sant Carles. La adquisición se completó por un valor de unos 1,35 millones de euros.
