Abiertos 75 expedientes por infracciones medioambientales, la mayoría por vertidos
Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Eulalia del Río ha abierto en lo que va de año unos 75expedientes por infracciones medioambientales, unos procedimientos que, si acaban en sanción, pueden suponer multas por un total de 22.600 euros. Buena parte de las sanciones tienen un carácter leve y su importe oscila entre los 100 y los 400 euros, pero hay algunas para las que se piden multas de hasta 6.000 euros.
Este es el caso de una infracción descubierta por personal municipal esta misma semana cuando los responsables de una empresa estaban quemando tubos y planchas de uralita, tela asfáltica, plásticos y otros productos, así como un motor de lavadora y un calentador, entre otros elementos.
La gran mayoría de los expedientes iniciados lo han sido por vertidos infringiendo la normativa en la vía pública, en parcelas en rústico o en puntos de recogida de basuras, un hecho especialmente lamentable ya que la infracción se evitaría levantando únicamente una tapa. En muchos casos los materiales no son especialmente peligrosos, pero destacan casos como el abandono de una moto de agua, de restos de piezas de fibrocemento, o un vertido sin autoritació de lodos de la depuradora. Destaca un expediente por vertido de aceite industrial directamente al alcantarillado por parte de una empresa náutica, una operación denunciada por el Ayuntamiento al Seprona.
Estas infracciones se centran en las últimas semanas en negocios que finalizan la temporada. En este sentido, se recuerda que los residuos no pueden quedar fuera de los contenedores, que en las Deixalleries se pueden depositar ciertas cantidades de restos de todo tipos de forma gratuita y que las empresas son responsables de la correcta gestión de sus desechos.
Igualmente, se advierte que con la próxima llegada del frío los usuarios de chimeneas deben extremar las precauciones al depositar las cenizas en contenedores. Así, se recomienda remojarlas antes o dejarlas reposar varios días antes de ser eliminadas para evitar que un ascua pueda reavivarse y provocar un incendio que destruya el contenedor e, incluso, extenderse a arboledas, viviendas o vehículos cercanos.