Santa Gertrudis de Fruitera

Tiene la misma génesis que Sant Carles, como muchos otros pueblos de la isla, todos con nombre de santo porque fue la iglesia el elemento aglutinador. Fue terminada el año 1797 y tiene la particularidad de contar con el campanario (1899) más grande de todas las iglesias de la isla. La fachada actual delata unos añadidos muy posteriores al templo original, probablemente realizados hacia el año 1890. El presbiterio conserva el retablo original de madera con una imagen moderna de Santa Gertrudis. A su alrededor se construyó un pequeño núcleo urbano que todavía conserva su estructura original. Es uno de los pueblos del interior, donde se puede pasar una agradable tarde de compras: en la parroquia hay pocas tiendas, pero allí se puede encontrar accesorios de artesanía, decoración, antigüedades, cuero…