El pudrimiento y la pérdida de casi toda la madera del núcleo del tronco de una de las mimosas situadas a la entrada de la iglesia de Jesús obliga a proceder a su tala para evitar que la fragilidad de la parte que soporta el peso de su gran copa provoque la caída de una rama de gran tamaño o, incluso, la del conjunto del ramaje. Hay que recordar que el ejemplar está situado justo frente a la puerta de acceso de la iglesia y en una zona de paseo peatonal por lo que es un lugar muy transitado y el riesgo de que la caída del árbol produjese daños personales es muy elevado.
Técnicos del departamento de Medio Ambiente y de la empresa Ibiza Green han estudiado el estado de este ejemplar de Acacia dealbata. A pesar del aparente buen estado de la copa, la pudrición de la parte interna del tronco no garantiza que una situación de temporal de viento o cualquier otra circunstancia puedan provocar que se quiebre y se desplome sobre la vía. Actualmente ya cuenta con un cable que sujeta la rama principal con otra contigua para evitar la posible caída de la primera por el peso del ramaje.
“En el tronco dispone de una podredumbre interna en los vasos vasculares, la cual ha producido una gran oquedad en todo el fuste del árbol”, apunta el estudio realizado. “Estos daños, sumados a la magnitud del ejemplar, hacen que pueda partir la parte más tensionada del tronco comprometiendo la estabilidad del árbol y siendo un motivo de riesgo para los viandantes”, añade. “Se suma a esto la elevada sequía que se ha sufrido durante el verano la cual hace que las fibras de la madera tengan menos elasticidad y más posibilidad de partir que en condiciones normales”, concluye.
La tala se producirá en cuanto sea posible pero, mientras tanto, se ha delimitado un perímetro alrededor del ejemplar para minimizar el riesgo en caso de que produzca la caída total o parcial del mismo. Ahora se estudiará la posible retirada del tocón y sustitución por otra planta o si se deja dada la alta capacidad de recrecimiento que presentan este tipo de árboles.
