El Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu ha pedido a la Conselleria de Medi Ambient del Govern la limpieza, lo antes posible, de una quincena de torrentes y tramos del Río de Santa Eulària para evitar avenidas de agua que puedan poner en peligro a los vecinos o usuarios de las infraestructuras que están cerca y generar grandes daños a las propiedades, además de ser eventos que pueden afectar gravemente a la morfología y a los propios elementos medioambientales de estas zonas.
El pasado 14 de agosto, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento aprobó esta petición dirigida a la Direcció General de Recursos Hídrics, administración competente en materia de policía y conservación de los cauces públicos. La propuesta incluye la demanda de la limpieza y eliminación parcial de vegetación en el Río de Santa Eulària al paso de las carreteras de Santa Gertrudis a Sant Llorenç y en el camino de Can Taltavuit, así como el paso de la carretera de Sant Joan (cruce Los Cazadores) y el paso de la variante de la misma carretera. Respecto al río, el informe pide igualmente dejar el paso libre al agua en los pasos a nivel y puentes del último tramo del río.
En cuanto a torrentes propiamente dichos, el listado de intervenciones que se consideran necesarias para asegurar la seguridad de los vecinos, de los conductores que circulan por las inmediaciones y para evitar destrozos en viviendas, negocios y otras propiedades están el torrente de s'Argentera y otros cauces menores que atraviesan la carretera de Sant Carles; las áreas del torrente d'en Fita, sa Font y Siesta; el torrente de ses Dones, Cas Corv y el núcleo de es Puig d'en Valls; así como la acequia o torrente de sa Llavanera.
El Ayuntamiento pide celeridad al Governen la ejecución de estas actuaciones para evitar situaciones como las vividas la semana pasada cuando precisamente el mal estado de conservación del cauce de sa Llavanera, con abundancia de vegetación y suciedad, fue una de las causas principales de las inundaciones sufridas en buena parte del núcleo de Jesús y que afectaron diferentes calles, caminos y propiedades privadas en la zona.
Desde el primer momento del pasado miércoles, cuando se conocieron los primeros problemas por la avenida de agua, las brigadas municipales de mantenimiento, con el auxilio de tres empresas privadas que cuentan con maquinaria pesada, han realizado decenas de actuaciones para garantizar, primeramente, la seguridad de las personas, máxima prioridad en la actuación municipal. Ligada aesta, por si el paso de vehículos de emergencias fuera necesario, la segunda prioridad fue limpiar y poner en condiciones de uso de los viales afectados, dejando como última intervención la suciedad dejada por la riada. En todo momento se hicieron los cortes de vías necesarios para evitar accidentes, se señalizaron las partes en que podía existir algún peligro, se reforzaron muros, se reabrieron caminos y se retiraron los montones de barro y grava más peligrosos.
