La norma municipal no permite realizar actividades de discoteca en zonas residenciales, así como superar los niveles de ruido que impiden el descanso
El Ayuntamiento ha impuesto dos multas a dos establecimientos hoteleros de la zona de es Canar por haber excedido los límites permitidos de ruido en sus actividades. Estas resoluciones se basan en los resultados de las sonometrías efectuadas en estos dos hoteles, que también deberán instalar medidas correctoras para evitar que su actividad genere molestias e impida el descanso de residentes y visitantes. Una de las multas impuestas asciende a 12.000 euros, mientras que en el otro caso, la sanción se ha reducido a la mitad de esta cantidad después de que el negocio ya haya aplicado medidas y limitadores de sonido para no producir más molestias a los vecinos y huéspedes de la zona.
Durante los meses de temporada estival, desde el Consistorio se ha incrementado el control sobre los establecimientos turísticos que realizan actividades de ocio en su interior, recordando en este sentido, que la normativa municipal impide superar determinados niveles de ruido, así como realizar actividades de discoteca sin licencia en las zonas residenciales. En este sentido, el Consistorio ha reclamado a un establecimiento de la zona de es Cap Martinet que deje de celebrar de forma regular fiestas en sus instalaciones, ya que el establecimiento no cuenta con la necesaria licencia de actividades permanentes. Sobre esta resolución, la propiedad del hotel tiene un plazo de 10 días para presentar alegaciones y, en caso de no respetar la resolución municipal, se podría llegar a decretar, según detalla la normativa, el precinto y cierre de los equipos y elementos necesarios para la realización de este tipo de actividades. Esta decisión se ha tomado después de las reiteradas denuncias recibidas por los vecinos de la zona sobre la actividad de este hotel y constatar que se estaban celebrando fiestas de forma periódica todos los jueves, como mínimo desde julio.
Los técnicos municipales han documentado la celebración periódica y recurrente de los eventos, confirmando que se venden entradas para que los no clientes del establecimiento puedan entrar a la fiesta. Además, se ha tratado de determinar las cantidades aproximadas de personas asistentes para comprobar si se producía o no esa vulneración del régimen de licencias. Igualmente, tanto en este caso como en otros en que había sospechas de un posible incumplimiento de la normativa de ruidos, se han realizado diferentes sonometrías, y se ha instado también la implantación de limitadores en los equipos de sonido, una medida que ya se ha adoptado.
