El Ayuntamiento ha acordado ejecutar la arteria de agua desalada que ha de abastecer a la zona Norte del municipio una vez se ponga en marcha la desaladora entregada por el Ministerio de Medio Ambiente al Govern balear recientemente. Se quiere así garantizar que esta infraestructura estará terminada lo antes posible sin tener que esperar a que la Conselleria balear de Medi Ambient se decida a ejecutarla, como es su responsabilidad, o acepte la oferta municipal de hacerla y que posteriormente se le devuelva el dinero al Consistorio vía abaratamiento de la tarifa del agua desalada. El proceso de licitación se podrá iniciar una vez se tenga el visto bueno a este afectación de pozos del departamento de Recursos Hídrics del Govern.
El Consistorio ha tomado esta decisión después de que la Conselleria de Medi Ambient del Govern no haya dado ninguna respuesta al ofrecimiento municipal efectuado en varias ocasiones (una de las últimas veces fue en enero pasado cuando el alcalde, Vicent Marí, aprovechó la visita del conseller Vicenç Vidal ala desaladora de Santa Eulària para proponerle este proyecto). Se trata, además, de un ofrecimiento que ha sido aprobado por unanimidad en dos ocasiones por el plenario municipal.
Dada la falta de un suministro continuado y en condiciones para la zona Norte del municipio, el Ayuntamiento ha reclamado en diferentes ocasiones que el Govern ejecute el ramal que debe llevar agua desalada desde la zona de la depuradora de Santa Eulària hasta Sant Carles, Cala Llenya-La Joya, Cala Mestella, S'Argamassa, es Canar y es Figueral, entre otros enclaves. Como esta intervención no ha sido prevista dentro de los presupuestos autonómicos, y atendiendo a esta necesidad urgente de garantizar el servicio a los vecinos de la zona, el Consistorio ha propuesto en diferentes ocasiones ejecutar este proyecto y que luego el dinero se devuelvan con un abaratamiento el agua desalada que tendrá que comprar Santa Eulària a Abaqua, empresa autonómica que gestionará la planta.
10 kilómetros y 1,5 millones de euros
El proyecto planteado por el Consistorio supone la construcción de una canalización con diferentes ramas que saldrá desde un solar municipal junto a la desaladora y que permitirá dar servicio a todas las zonas antes mencionadas. En total, se trata de una tubería de diferentes anchuras con más de 10 kilómetros de largo. El presupuesto inicial estimado es de casi 1,5 millones de euros y su plazo de ejecución está fijado en 11 meses.
En breve se espera poder iniciar el procedimiento de licitación de esta obra que no implicará ninguna afectación en la carretera de Sant Carles ya que se aprovecharon unos trabajos de asfaltado de esta vía de titularidad del Consell Insular d'Eivissa para ejecutar las pequeñas infraestructuras necesarias en los puntos en que la tubería debe atravesar.
